Cuenta la fábula que un joven novicio proveniente de Reus, al probar por primera vez el vino tinto del Priorat, colgó los hábitos y dejó atrás una vida de reflexión y oración para elaborar, en un pequeño pedazo de tierra, un vino que hacía cantar a los ángeles. En su recuerdo elaboramos este vino tinto de cariñena y garnacha tinta fresco y afrutado.