¿Malas hierbas?
Las adventicias son aquellas plantas o flores que crecen en una parcela agrícola, normalmente de forma espontánea. Antiguamente recibían el mal nombre de malas hierbas debido a la agricultura industrializada de los años 70 que les declaró la guerra acusándolas de atraer plagas y dañar las cosechas. Nada más lejos de la realidad.
Generalmente, son plantas anuales que entran en competencia con las plantas cultivadas por el hombre. Estas plantas aprovechan las condiciones ecológicas que genera la actividad agrícola y ganadera para desarrollarse. El suelo agrícola constituye el llamado banco de semillas, en estado de dormición, que se activa y germina en cuanto encuentran las condiciones adecuadas. Los sucesivos labrados de la viña proporcionan el medio ideal para su desarrollo.
Actualmente, gracias a tendencias como la agricultura ecológica o la biodinámica, han vuelto a recuperar un papel protagonista en los cultivos. Las adventicias funcionan como un solo cuerpo vivo y hacen los viñedos mucho más sostenibles, ya que evitan el uso de insecticidas y herbicidas. Además, aportan enzimas, aminoácidos, ácidos orgánicos y sales minerales (nitrógeno, potasio, fósforo, zinc ...) en el suelo, favoreciendo su regeneración. Para su control, un simple rodillo es suficiente.
Son incontables los beneficios que nos ofrecen. Muchas de ellas son plantas medicinales, terapéuticas o comestibles que pueden ser aprovechadas en diferentes campos. Son auténticas aliadas alelopáticas (la propiedad de una planta en tener efectos atrayentes, repelentes, inhibidores o estimulantes sobre otras plantas o insectos). También aumentan el número de microorganismos e insectos que mantienen un equilibrio de vida silvestre y el control biológico de plagas. Frenan la erosión del suelo y evitan su compactación. Y por último, son indicadoras del hábitat, la estructura y la calidad del suelo donde crecen. Por ejemplo, la menta se extiende en suelos con buena retención de agua, la ortiga es un indicador de suelos fértiles y nutridos, y la manzanilla revela un suelo compacto y rico en limos arcillosos. La artemisia en cambio crece en suelos altos en potasio y la violeta en suelos con poca cal.
Como veis, reconociendo y catalogando todas las plantas y flores podemos conocer fácilmente el clima, el entorno y el suelo del sitio, ayudándonos a tomar las mejores decisiones en el cuidado de la viña. ¿Aún creéis que son malas hierbas?
Plantas y flores adventicias más comunes: artemisa, Cenizo, cardota, caléndula, manzanilla, ballueca, campanilla, cola de caballo, cuscuta, lavanda, grama, meliloto, malas hierbas del arroz, lolium, milenrama, morrón, ortiga, echinochloa, rabaniza común , romero, amapola, ruda, salvia, olivarda, valeriana, verdolaga, verónica y xanthium.