El graciano es una de las variedades tintas más singulares y perfumadas de la península ibérica. Poco valorada hasta no hace mucho tiempo por su bajo rendimiento, hoy vuelve a poblar las grandes cadenas montañosas del norte del país. Exuberancia, acidez y color. Unas características únicas que queremos perpetuar a través de la gama Maset Ibericus, la apuesta de la bodega por la biodiversidad y la conservación de las variedades autóctonas.