Un ancestral lleno de vida, un canto al instinto y a la naturalidad. Sin
segundas fermentaciones ni intenciones, directo de la uva, con
vitalidad y fuerza. Con energía y frescor. Burbujas llenas de vida,
porque todo lo que nos agita nos hace vivir. Rompedor, directo,
reivindicativo. Un relámpago de diversión, un punto de transgresión. Un
método ancestral que no es viejo, sino bello, fusionando estilos de
antes y de hoy para ir a la parte más profunda del gusto, de un gusto
que se perdía, cómo se pierde la alegría sino le damos fuego vivo, fuego
nuevo.