En estos días en los que nos reunimos con los seres queridos alrededor de la mesa no debemos tener miedo en arriesgarnos con una reinterpretación de un clásico como los canelones.
Ingredientes
PARA LOS CANELONES
- 12 - 15 placas de canelones
- 3 muslos de confit de pato
- 1 cebolla grande
- 75 g de foie de pato
- 100 g de nata para cocinar
PARA LA BECHAMEL
- 1 nuez de mantequilla
- 50 g de harina
- 500 ml de leche
- Nuez moscada
- Avellanas
- Queso rallado al gusto
Elaboración
Desengrasamos los confits de pato (guardando parte de esa grasa) y desmenuzamos la carne de forma que queden solamente hilitos.
En un poco de la grasa de los confits, rehogamos la cebolla picada a dados pequeños y la cocinamos suavemente hasta que coja un color tostado. A continuación, añadimos el confit de pato desmenuzado y el foie. Cocinamos a fuego medio hasta que quede todo bien integrado y el foie se haya deshecho.
Mientras, cocemos las placas de canelón en abundante agua hirviendo con un poco de sal en tandas de pocas unidades para evitar que se peguen. Una vez cocidas, las retiramos y las extendemos una al lado de la otra sobre un paño seco y limpio.
En una manga pastelera ponemos la mezcla de confit y foie y rellenamos los canelones enrollándolos sobre si mismos y los colocamos en una bandeja apta para el horno con la parte de la unión hacia abajo.
Hacemos la bechamel deshaciendo a fuego suave la mantequilla. Incorporamos la harina y cocinamos durante unos minutos sin parar de mover para que se tueste ligeramente. Incorporamos la leche templada poco a poco sin parar de remover en 4 tandas hasta que quede una crema homogénea. Rallamos un poco de nuez moscada, mezclamos y vertemos la bechamel sobre los canelones.
Decoramos con unas avellanas picadas y queso rallado al gusto.
Introducimos en el horno precalentado a 180 ºC durante 15 - 20 minutos. Justo antes de servir lo ponemos al grill para conseguir un toque tostado.
Maridamos con...
Nuestro vino blanco La Soledad. Un chardonnay en bota en el que su fondo de vainilla y miel se complementa con la untuosidad del foie de pato, así como con los tostados de la nuez moscada y la avellana.
