La armonía nace de la unión
En todo el proceso de elaboración de un vino, uno de los momentos más decisivos es la selección del cupaje final. Después de haber vinificado y criado por separado las distintas variedades y parcelas, llega el momento de catar cada tina y barrica con detenimiento, identificando sus características y valorando su potencial. Con paciencia y con la identidad de cada vino siempre presente, clasificamos y combinamos los diferentes lotes hasta lograr la armonía deseada. Es fascinante observar cómo pequeños ajustes, incluso inferiores al 1%, pueden modificar profundamente la expresión del vino y definir su carácter final.
Para obtener un resultado óptimo, es fundamental comprender bien la añada, captar la personalidad de cada vino y anticipar su evolución con el tiempo. Este proceso nunca es individual, sino colectivo: la combinación de diferentes sensibilidades y experiencias nos permite obtener una visión más completa y precisa de cada ensamblaje.
Este enero hemos finalizado este proceso para nuestros vinos y cavas, y podemos extraer algunas conclusiones sobre la añada:
- Los blancos de 2024 se presentan con una aromática intensa pero sutil, donde la fruta madura se mantiene fresca y equilibrada. En boca destacan por su frescura y un volumen moderado, proporcionando una sensación armónica y elegante.
- Los rosados de 2024, marcados por un clima cálido pero con noches frescas, han logrado un buen equilibrio entre fruta y acidez. A nivel aromático, destacan notas de fresa y grosella, con delicados toques florales. En boca son vivos, expresivos y con una textura sedosa que invita a un segundo sorbo.
- Los tintos de 2023 muestran una expresividad excepcional, con una gran concentración pero sin perder frescura. Los aromas de fruta negra del bosque se manifiestan nítidamente, sin excesos, mientras que en boca encontramos una excelente madurez, con una acidez vibrante y un tanino sorprendentemente pulido y sedoso.
- Los tintos de 2024, aún en evolución, presentan una estructura elegante y bien definida. Aunque necesitan más tiempo para expresarse plenamente, ya se percibe una gran profundidad aromática, con notas de fruta roja madura, especias y una frescura que augura un excelente potencial de envejecimiento.
- Los cavas de la cosecha 2024 prometen una gran expresión varietal y una frescura muy marcada. Las condiciones climáticas han favorecido una uva con una acidez vibrante y un perfil aromático rico en notas de manzana verde, cítricos y almendra tierna. Su estructura es equilibrada, con una burbuja fina y elegante que potenciará su evolución en botella. Las primeras catas de los vinos base ya muestran una excelente definición y pureza, lo que indica que los futuros cavas mantendrán la frescura y la complejidad que caracterizan nuestros espumosos.
Con estos cupajes, reafirmamos nuestro compromiso con vinos y cavas que reflejan la esencia de nuestro territorio y la excelencia del Penedès.