Finura extrema
La parellada es una variedad blanca originaria de València que se extendió rápidamente por Cataluña y las Islas Baleares. Las primeras referencias escritas son del siglo XV, pero en aquel tiempo se le conocía principalmente como Montònec. Según los lingüistas Joan Veny y Xavier Favà, el nombre de Montònec se podría encontrar en el vino del pueblo de Montona, en la actual Croacia, que entre 1278 y 1797 formó parte de la República de Venecia. El etimólogo Ramón Puigcorbé, en cambio, sitúa el origen en el adjetivo latino montonacus (tierra o costero montañoso), coincidiendo plenamente con la zona de plantación de la variedad, zonas altas y montañosas. El nombre de parellada se empezó a utilizar mayoritariamente en el Penedès a partir del siglo XIX, coincidiendo con el inicio de la elaboración del cava. Otras sinonimias son martorell o martorella.
La parellada es conocida principalmente por ser una de las variedades clásicas empleadas para la elaboración del cava (donde le aporta finura y aromas florales). También es la variedad preferente en la elaboración del Brandy en el Penedès. Es una uva de brotación y maduración tardía, con el racimo grande y compacto, la piel dura y un color dorado muy característico. Produce vinos blancos frescos y aromáticos, ligeros y muy delicados, de baja graduación y acidez contenida.
El nombre de parellada (del catalán parell, un par en castellano) proviene de la forma de los racimos, ya que tiene los colgantes gemelos. En época clásica, el escritor latino Plinio el Viejo ya hablaba de las uvas gemellarum (gemelos) por la misma razón.
Nuestros viñedos de parellada se encuentran en Font-rubí (Barcelona) buscando la altitud y la frescura de la cordillera prelitoral. Unas condiciones indispensables para asegurar la buena maduración de las uvas.