A principios de noviembre, coincidiendo con los primeros fríos de invierno y las primeras aceitunas de la temporada, se elabora el tradicional aceite de primera prensada, considerado por los expertos el mejor aceite del mundo.
El aceite de primera prensada es aceite de oliva virgen extra no filtrado obtenido de primera prensada en frío y solo mediante procedimientos mecánicos. A diferencia del aceite de oliva virgen extra filtrado, el aceite de primer prensado no pasa por la filtradora que elimina las partículas de materia sólida y restos que pueden quedar después de pasar por el molino. Estas micropartículas sólidas de aceituna, que se pueden hacer visibles en la parte inferior de la botella al cabo de un tiempo, aportan más sabor, gusto y textura al aceite y su singular color verde.
Por sus características, se recomienda consumirlo antes de primavera, ya que es el momento en el que disfrutaremos más de su intenso sabor afrutado, de sus recuerdos a aceituna fresca y de sus fragantes aromas a flor de tomatera, almendras y castañas.