Los primeros días del verano son una de las cosas más agradables que podemos tener: el sol, el calor comedido, el agua tibia del mar y las tardes que se estiran y que nunca se acaban. Y si añadimos buena compañía de las amistades y una copa de un vino fresco, ligero y afrutado, el placer es completo. Para facilitarle un poco la elección, le proponemos una pequeña selección de vinos que encajan a la perfección con estas características.