La historia del vino novel se remonta a la edad Media, época en la que se celebraba una fiesta en otoño para honrar el primer vino surgido de la cosecha. Unos siglos más tarde, en Catalunya se empezó a instaurar la tradición de celebrar la llegada del primer vino del año el once de noviembre, coincidiendo con la festividad de San Martín de Tours y la matanza del cerdo. Hay un dicho popular en Catalunya que nos lo recuerda explícitamente: «Per Sant Martí, mata el porc i enceta el vi» (en castellano «En San Martín, mata el cerdo y empieza el vino»). Los establecimientos donde se comercializaba el vino novel colgaban en la puerta una rama de pino, que se renovaba cada año para indicar la llegada de una nueva cosecha.
En el Penedès, de la acción de iniciar la barrica le decían espinjolar o xatonar. De este último verbo, según el prestigioso lingüista Joan Coromines, surge el nombre de una de las ensaladas que se preparaban para acompañar la festividad del vino nuevo en el litoral penedesense, el xató.
Un origen incierto
Son muchas las poblaciones que se atribuyen el origen de este plato elaborado con escarola, aceitunas, anchoas, atún, bacalao y una deliciosa salsa basada en el romesco. El Vendrell defiende que el xató es una salsa de tradición marinera que elaboraban los marineros en el puerto de su localidad cuando se xatonavan las barricas. En Sitges, en cambio, el historiador Carles Montserrat argumenta que el semanario local El Eco de Sitges, el 16 de febrero de 1896, publicó textualmente «el indispensable xató» en una noticia que hacía referencia a una cena realizada por ilustres sitgetanos, entre los que destacaban el pintor Miquel Utrillo y el escritor Santiago Rusiñol. Vilafranca defiende que xató deriva de la palabra francesa chateau (castillo en catalán), haciendo referencia a la estructura similar del emplatado a la de un castillo humano. Y, por último, Vilanova y la Geltrú expone que la primera referencia escrita del xató la encontramos en un ejemplar del diario barcelonés El Sol del 1850, donde se mencionaba que un restaurante de Vilanova de reciente apertura elaboraba a «la perfección el mondongo y los callos con all-y-oli, el suculento all-y-pebre y el escitante xató».
Un futuro prometedor
Dejando de lado polémicas locales sobre el origen del xató, como cada año, el once de noviembre sacamos al mercado el vino blanco Donzell, el primer vino de la cosecha. Un producto de temporada y de producción limitada que sólo se embotella al inicio de cada campaña. Este año, se elabora con tres variedades blancas procedentes de tres zonas bien diferenciadas del Penedès. El xarel·lo, que le aporta el cuerpo y la estructura, proviene de Sant Pau d'Ordal, mientras que la gewürztraminer y el moscatel de Frontignan, que le aportan los aromas más afrutados y florales, provienen de Samuntà y de Font- rubí respectivamente.
Gracias a su singular cupaje, el Donzell es un vino fresco y ligero, con recuerdos de fruta blanca, uva y hierba fresca sobre un perfumado fondo floral que conserva un refrescante toque carbónico, fruto de su marcada juventud. Sin duda, la bienvenida más fresca y sincera a una nueva cosecha.
Además, desde el 2017, colaboramos con el Institut Català de la Vinya i el Vi y 9 bodegas de Catalunya (Celler Carles Andreu, Celler Cooperatiu Espolla, Celler Cooperatiu La Granada, Celler Masroig, Covides, Vinícola de Sarral, Sant Josep Vins, Sanstravé y Vins Petxina) con el objetivo de sumar esfuerzos para dar a conocer las características y singularidades de este vino tan especial. Esta colaboración se materializa en la web elvinovell.cat, donde se puede consultar los vinos noveles del año, y a través del perfil @vinovellcat en las redes sociales Instagram y Facebook, con las etiquetas #ViNovell, # mésquejove, #primertast y # vicatalà.
