Un plato de larga tradición
Pocos platos representan mejor la cultura gastronómica de un territorio como los cocidos a base de carnes, verduras y legumbres diversas. Éste es el caso de la escudella i carn d’olla, cocido catalán por excelencia y hermano de tantos y tantos cocidos del sur de Europa como son el cocido madrileño, el asturiano, el bullit mallorquín, el putxero valenciano, la olha aranesa, el bote-au-feu francés o el bollito italiano.
Esta interminable lista de platos tradicionales tiene un denominador común: la cocción prolongada en agua de carne acompañada de verduras y, en algunos casos, legumbres. Un plato complejo y potente que pide a gritos un vino con cuerpo, refrescante y también complejo.
Desde la bodega, creemos que no hay mejor maridaje que nuestro vino blanco reserva La Soledad 2020: buena acidez para limpiar el exceso de grasa en el paladar, y cuerpo y complejidad para soportar la potencia de este sabroso cocido catalán.
Ingredientes
- 100 g de tiburones
- 1/2 gallina
- Verduras del caldo
- 100 g de carne picada de cerdo
- 100 g de carne picada de ternera
- 4 huevos
- 100 g de garbanzos cocidos
- Harina
- Pan rallado
- Aceite virgen extra, sal y pimienta
Preparación
Para hacer el caldo, ponemos la gallina en una olla con agua y dejamos que empiece a hervir, después retiramos el agua y añadimos las verduras del caldo cortadas y agua limpia.
Lo dejamos cocer durante 4 horas y después colamos el caldo. Mientras, hervimos los tiburones en un cazo con agua y sal durante 10 minutos. A continuación, cogemos los huevos y separamos las claras de las yemas. Forramos un vaso con un poco de papel film, y ponemos una yema y un poco de aceite dentro, lo envolvemos bien y lo dejamos en el congelador durante unos 30 minutos. Hacemos lo mismo con las otras yemas.
Para hacer la albóndiga, salpimentamos la carne picada y la ponemos en un plato. Ponemos una yema congelada en medio de cada albóndiga y las redondeamos bien. A continuación, pasamos las albóndigas por harina, huevo batido y pan rallado y las freímos en una cazuela con aceite caliente hasta que queden bien doradas.
Por último, las dejamos cocer en el horno durante 10 o 15 minutos a unos 200 grados para que se descongele la yema.
A continuación, ponemos el caldo colado en una olla, añadimos los tiburones cocidos, los garbanzos cocidos, rectificamos de sal y lo dejamos cocer todo junto durante 5 minutos.
Para terminar, emplatamos el caldo y ponemos una albóndiga en medio.