
El Priorat es una pequeña zona montañosa situada en medio de las comarcas de Tarragona. Limitada por la sierra del Montsant al norte, las crestas del Lloar y de la Figuera a poniente, y la sierra del Molló a levante, está bañada por el río Siurana, que cruza la comarca vinícola de noreste a suroeste. Es mundialmente conocida por la calidad de sus vinos y por sus paisajes bañados de llicorella, la pizarra autóctona de la zona.
La pizarra es una roca metamórfica (rocas sometidas a altas presiones o temperaturas que no se llegan a fundir) de origen sedimentario, formada por la compactación de arcillas. Es de estructura laminar, en forma de losas planas y delgadas de forma regular. Suele ser de color opaco azulado o grisáceo, pero también las hay rojas (ferruginosas), verdes y de otras tonalidades.


En el Priorat forma la piel brillante de los costers, laderas pronunciadas donde las cepas de garnacha tinta y cariñena arraigan profundamente en busca de agua y de nutrientes. Una superficie rocosa, de textura inestable, que en capas más profundas forma estratos de pizarra oscura con matices azulados y rojos.
Los suelos de pizarra son pobres y no saben retener el agua, pero este defecto aparente es clave para limitar la producción de la uva (menos de un kilo de uva por cepa), para potenciar la calidad y para aportar la singular frialdad mineral de los vinos del Priorat. Para concentrar la esencia de esta tierra.